JEC60

Nombre: JEC60

jueves, septiembre 02, 2010

DE TODOS MODOS.

Madre Teresa nos dice:



Las personas son irrazonables, inconsecuentes y egoístas,
AMALAS DE TODOS MODOS.

Si haces el bien, te acusarán de tener oscuros motivos egoístas,
HAZ EL BIEN DE TODOS MODOS.

Si tienes éxito y te ganas amigos falsos y enemigos verdaderos,
LUCHA DE TODOS MODOS.

El bien que hagas hoy será olvidado mañana,
HAZ EL BIEN DE TODOS MODOS.

La sinceridad y la franqueza te hacen vulnerable,
SE SINCERO Y FRANCO DE TODOS MODOS.

Lo que has tardado años en construir puede ser destruido en una noche,
CONSTRUYE DE TODOS MODOS.

Alguien que necesita ayuda de verdad puede atacarte si lo ayudas,
AYUDALE DE TODOS MODOS.

Da al mundo lo mejor que tienes y te golpearán a pesar de ello,
DA AL MUNDO LO MEJOR QUE TIENES DE TODOS MODOS.

martes, mayo 11, 2010

La importancia de la resilencia

Amigos .. a pensar en esto y a dar pasos.


La importancia de la resilencia, capacidad que tiene el sistema de absorber los choques y reorganizarse mientras se produce el cambio, de manera que el sistema mantiene esencialmente la misma función, estructura e identidad.

Todo indica que el mundo ha sobrepasado el punto del no retorno en el cambio climático y está en nuestras manos cambiar la dirección de los acontecimientos, siendo impresindible la TRANSICION hacia un modelo de vida, que lejos de las incoherencias del sistema actual, apueste por la disminución drástica del impacto sobre el medio y la recontrucción de la resilencia de los sistemas socio- ecológicos.

Reflexión del Dalai Lama sobre el movimiento de Transición

“Tenemos casas mayores pero familias más pequeñas, más comodidades pero menos tiempo.

Tenemos más diplomas pero menos sentido común, más conocimientos pero menos juicio, más expertos pero más problemas, más medicina pero menos salud.

Hemos ido y vuelto a la luna pero tenemos problemas al cruzar la calle para encontrarnos con el vecino.

Contruimos más ordenadores para tener más copias que nunca pero tenemos menos comunicación real.

Tenemos cantidad pero no calidad.

Son tiempos de comida rápida pero de lenta digestión, hombres altos pero de poco carácter, grandes provechos pero mínimas relaciones.

Es tiempo en que hay mucho en la ventana pero nada en la habitación”.

Manos a la obra en lo cotidiano...........

· Eficiencia energética. Desenchufa aparatos cuando no los estes ocupando

Racionaliza el uso de todos los artefactos de la casa

Incorpora artefactos que se alimentan con luz solar. Luminarias, linternas, mochilas, cargadores, radios

· Cultiva tu huerto orgánico, comerás sano y sin químicos

· Haz compostaje de tus residuos orgánicos y obtendrás el mejor abono para tus plantas con la lombricultura

· No uses pesticidas ni productos químicos en el hogar. Reemplaza el cloro por vinagre de manzana

· Desinfecta tus plantas con productos naturales

· Usa medicina natural

· Recicla todo lo que puedas

Hay mucho más..............


Maria Ines

martes, marzo 16, 2010

De los daños estructurales en la sociedad chilena

12-3-2010 11:30
Priscilla Echeverría De la Iglesia

El terremoto que sacudió a nuestro país el 27 de Febrero es una catástrofe lamentable que ha golpeado muy duro a ese Chile que era casi invisible, porque no aparece en televisión (a menos que se trate de un programa pintoresco. Ese Chile que trabaja día a día no para acumular capital, sino para subsistir, y que ante tragedias como la vivida es el primero en sufrir las consecuencias porque es el más vulnerable.

Ante la tragedia, no sólo pudimos ver a ese Chile profundamente afectado. También hubo daños en modernas edificaciones, en infraestructura, en edificios públicos, en puentes y caminos…en todos ellos se hizo necesario evaluar la intensidad de los daños, y tal vez por ello una de las frases que más se escuchó por estos días en la prensa es la de la necesidad de diagnosticar si había daños estructurales.

Y es que el terremoto no sólo dejó a la vista la estructura dañada de los modernos edificios. También quedaron al desnudo el daño estructural de nuestra sociedad, acusando una debilidad que tal vez no se había advertido antes con tanta crudeza: la fragmentación social y la consecuente vulnerabilidad de nuestro pueblo ante las adversidades. Más que nunca quedó al descubierto la falta de educación de nuestro pueblo, pero no esa educación que se reduce a la adquisición de contenidos que habitualmente entrega el colegio como preparación para el mundo académico o laboral –que no son, por cierto las únicas dimensiones de la vida-, sino aquella vinculada al ejercicio de la ciudadanía, aquella que nos prepara para la vida social, es decir, esa educación que nos permite incluirnos en un tejido social para participar en él, autogobernándonos, confiando en los demás y queriendo contribuir por el bienestar de un grupo humano.

Si nuestro pueblo fuera educado –lo que involucra materias cívicas y de derechos humanos, sociales y civiles- es muy probable que gran parte de esta historia hubiera sido diferente, porque la conciencia política permite un sentido de pertenencia y responsabilidad para con los otros que se traduce en una mayor organización. El caso de Martina, la niña de Juan Fernández que corrió a tocar la campana de su pueblo para alertar a sus vecinos, da cuenta de un sentido distinto de vivir en un grupo humano. El actuar de esta niña manifiesta un sentido de responsabilidad para con los otros, de un sentido de participación y pertenencia que no sólo la hace consciente de sus derechos, sino también de sus deberes para con los demás, no calculando cuánto se gana o se pierde con ese compromiso, porque no es el criterio rentabilidad el que guía las acciones –lógica de mercado- sino el sentido ético.

A diferencia de este destacable caso, la devastación dejó al descubierto en otros lugares la cuestionable calidad humana de muchos que agravaron la situación al sembrar desconfianza y temor aprovechándose de las circunstancias (como el caso de quienes robaron en tiendas y supermercados), la falta de ética de empresas constructoras que no se pronunciaron en su responsabilidad en los casos de edificios afectados, y el aprovechamiento de los medios al convertir la catástrofe en otra oportunidad de farandulización con su consecuente provecho económico. Todo ello, manifestación de las grietas profundas que hay en nuestra estructura social.

Por supuesto que el análisis de este daño estructural no lo presenta la televisión. Por el contrario, los medios se encargaron de sacar provecho de él al exaltar, por ejemplo, la supuesta ineficiencia de las autoridades para responder a las necesidades de los afectados, consolidando con ello la idea de que es la autoridad la única que debe responsabilizarse ante las necesidades sociales y no los grupos humanos hacerse parte en enfrentar las problemáticas que les afectan. También la prensa exaltó, promoviendo de fondo la misma ideología que des-empodera a los grupos humanos, los hechos delictuales ocurridos en Concepción, fuertemente exacerbados por la alcadesa Van Rysselbergue, para justificar la participación de los militares en los hechos y con ello la represión como solución –antesala tal vez de lo que se nos viene en el gobierno entrante- sin expresar la más mínima reflexión por las causas de estas tristes y vergonzosas acciones. Entrar en ese análisis, por supuesto, implicaría cuestionar la lógica misma del neoliberalismo: el individualismo, la competencia, es decir, la ganancia de uno a costa de la pérdida de otro. Y ese otro –esos tantos otros- no hicieron más que aprovecharse de esa misma lógica. ¿Por qué habríamos de esperar conciencia social, sensibilidad, compromiso y rectitud por parte de esos grupos marginados, si estamos en una sociedad que funciona bajo la violenta lógica de la ley del más fuerte?

La cuestionable calidad humana, la falta de ética y el aprovechamiento de los demás que identificábamos anteriormente no es un problema natural, no está en los genes de esos sujetos que reprobamos cuando nos repiten una y otra vez las imágenes en televisión. Aunque se reprimiera a todos, aunque incluso los enviaran a todos a una isla –el sueño de más de alguno- seguirían surgiendo otros. Porque la causa de la existencia de estas conductas humanas no es natural, sino cultural. Es por ello que es posible explicarse esta problemática desde la educación, y es menester enfrentarla desde este frente.

El daño estructural de la sociedad comenzó en Chile en la dictadura, cuando, al destruir la educación pública y al instalar una política del terror, el consecuente proceso de segregación y despolitización nos transformaron en una sociedad poco comprometida, desconfiada de los demás, temerosa. Al instalarse la desconfianza en el tejido social, se instala con ello la idea de que es mejor vivir protegiéndonos de los demás, en nuestro metro cuadrado, cuidándonos hasta del vecino –de seguir manteniendo esta percepción de inseguridad se ha encargado la prensa hasta el día de hoy-. En esa lógica, la participación social, ciudadana, se afecta, debilitando y hasta haciendo desaparecer las redes sociales, como juntas de vecinos, sindicatos, agrupaciones estudiantiles, entre otras, es decir, generando un daño estructural, una grieta que poco a poco empieza a profundizarse, casi sin darnos cuenta. Aparecen, en su reemplazo, la participación en el ámbito del consumo, llenando los espacios dejados por la anterior forma de participación y distrayendo de las necesidades que es necesario enfrentar de manera mancomunada -conflictos en el vecindario, en los trabajos..- Es así como también, al dejar de movilizarnos, sentirnos parte de un grupo en el que todos velamos por nuestros intereses para nuestro propio bien, nos sentimos cada vez más desamparados y dependientes de la autoridad, tal cual evidenció el gran sismo que sufrimos. Y así estamos hoy, y así quedó de manifiesto en la avalancha de imágenes que nos bombardearon por estos días, con toda esta carga ideológica que aquí hemos analizado.

Reparar nuestro daño estructural social será lo más difícil de todo. Siguiendo la lógica de las constructoras, tal vez un poco de maquillaje baste. Por ejemplo, haciéndonos pensar en soluciones provisorias en lugar de enfrentar las causas de fondo: el loable esfuerzo televisivo materializado en la campaña “Chile ayuda a Chile”, que permitió reunir una importante cifra en dinero, conlleva el peligro de instalar esta idea de que con la caridad basta. Porque no confundamos solidaridad con caridad. La caridad sirve, pero no es suficiente. La caridad no nos hace pensar con un sentido de justicia social ni nos hace cuestionar las condiciones estructurales de nuestra economía que permiten que exista tal grado de vulnerabilidad social, de manera que haya que hacer estos esfuerzos de cada tanto en tanto. Por supuesto que para el empresariado es más conveniente desembolsar grandes cifras en estas ocasiones en lugar de apoyar cambios estructurales en nuestra economía para enfrentar de raíz las desigualdades sociales, pues esto último les significaría de verdad un desembolso importante.

Entonces, no confundamos el maquillaje con la estructura. No basta con la represión para enfrentar las problemáticas sociales que hemos identificado, ni con el asistencialismo para ayudar a los afectados. Hace falta de una vez por todas que las políticas educativas enfrenten la urgente necesidad de instalar la formación ciudadana en las escuelas desde un sentido verdaderamente participativo que empodere a los sujetos para hacerse cargo de las problemáticas que los afectan. No esperemos que la estructura dañada se nos venga abajo. Tal vez aún es tiempo de fortalecerla, pero para ello hay que intencionar formas de cohesión social que sólo desde la escuela pueden llevarse a cabo, porque es la institución en la que descansa la responsabilidad de educar. Ello requiere, por cierto, que las formas de participación en la escuela, para todos sus miembros, no estén guiadas por una lógica empresarial –de control, eficiencia, y tantos términos que se trasladaron del mundo de la empresa al mundo de la escuela- sino de una lógica de comunidad en la que sea el bien común y el desarrollo de sus miembros lo que oriente las acciones que se emprendan en ella. Ello requiere abrir espacios para que los sujetos que son parte de ella manifiesten sus verdaderas necesidades. Es distinto un centro de alumnos que se preocupa de organizar completadas y fiestas, a uno que se organiza para plantear sus inquietudes e intereses, o un consejo de profesores en el que se plantean las ideas de sus miembros, a otro en el que sólo han de limitarse a escuchar lo que la autoridad tiene que decir.


Magíster © en Educación y docente de la Facultad de Educación Universidad Alberto Hurtado
Estudiante de Postítulo Filosofía y Educación Universidad de Chile



Comentario Total - 5
12/3/2010 14:32 | Myriam Márquez Manzano
Felicitaciones por el artículo. Muy de acuerdo contigo, que desde la educación se debe repensar, o mejor dicho "pensar de una vez", que las competencias cognitivas o procedimentales, no sirven, no tienen sentido sino es que se genera paralelamente en la conciencia de ciudadanía, del empoderamiento en todos los espacios, para no esperar más teletones ni más alcaldesas gritando furiosa acerca de lo que debemos hacer.

12/3/2010 17:36 | marta
Creo que hay que investigar más sobre el comportamiento social después de la dictadura, en la era posdemocracia, porque personalemnte viví toda la épora de la FEA en las poblaciones y la gente fue capaz de organizarse y participar, doy testimonio de ello,las parroquias de población eran las instancias de reunión y encuentro para pensar,sentir y actuar sobre el momento,Claro, la iglesia católica jugó un papel muy importante en ese entonces.había encuentro participativo y muy activo, mi pregunta es ¡qué pasó después del 90, cuando llegaron estos señores políticos, muchos de ellos del exilio, creo que confiamos demasiado en ellos,pensando que de verdad venían con un real compromiso con el pueblo, que habráin cambios, pero no fue así.Desde el 90 en adelante empezó una nueva era, la era del consumismo, desde ahi hasta ahora la conciencia social se acható, está más muerta que viva, ya no importó el "NOSOTROS" sino el TU, el YO y el El. Los medios de comunicación alternativos que pensabamos iban a seguir, desaparecieron,esa prensa crítica fue anulada,EL Fortín Mapocho, Análisis, etc.¿quienes se encargaron de ello?

13/3/2010 10:9 | Hector
Interesante tu artículo. Pienso que la re-educación de la gente ya no pasa por el sistema educacional, que la dictadura y la Concertación privatizaron. Estamos en similares condiciones sociales a la época de 1930. Debemos pensar en otras formas de volver a lo que era nuestra sociedad antes de Septiembre de 1973, considerando que no tenemos medios de comuncicación salvo excpciones com esta radio. Felicitaciones por el análisis que haces en tu artíiculo.

14/3/2010 1:4 | Iván
Felicitaciones Priscilla, comparto lo señalado en tu artículo. Interpreto también que lo ocurrido en el terremoto, entre otras cosas, ha permitido visibilizar a los excluidos del neoliberalismo, aquellos que no aparecen en los medios de comunicación, y que se nos mostraron en toda su cruda realidad. Las causas de su actuar, como dices, no es natural, ha sido, en gran medida, naturalizado por un sistema injusto. Si bien es cierto, la capacidad de reflexión debería impedir a los seres humanos llegar a extremos como los mostrados en los saqueos, también es cierto que el margen de acción para la reflexión de los excluidos, y en general diría, en una situación de desastre es mínimo. En El Mercurio, revista del sábado, Raquel Correa entrevista al nuevo presidente, y respecto a la delincuencia éste afirma: "se debe aumentar la dotación policial", pero en ninguna parte se refiere a la raíz del problema, la perspectiva social, la desigualdad que engendra todo tipo de distorsiones en la sociedad. Por lo que creo que en los cuatro años que siguen el problema solo se enfocará desde la represión, lo que considero lamentable, y es desesperanzador para el futuro de nuestra sociedad.

14/3/2010 12:17 | Luis
Los saqueos a los supermercados y grandes tiendas fueron una "venganza" de la población, este fenómeno ha sido estudiado y de algun modo responde a "energía acumulada" que se libera en pocos minutos. Respecto a los "daños estructurales" de la sociedad creo que la única opción es la demolición y construir sociedades nuevas anti-sistémicas, mas humanas y espontáneas.

lunes, marzo 15, 2010

A apretar la cincha

El caballo del consumismo se ha detenido por un momento. Cuando se pierde lo material uno recién se da cuenta de que hay que mirar nuevamente hacia nuestro interior para así poder re-calibrar el qué es lo que queremos de la vida. La alegría de la amistad, o el compartir en el silencio las palabras que antes no eran escuchadas puesto que la tele, la radio o los audífonos Ipod nos mantenían aislados los unos de los otros. Cuando la corriente eléctrica se va y los seres humanos tienen que compartir para sobrevivir, cuando en una catástrofe los espíritus se unen por sobre todas las diferencias, es el momento de apretar las cinchas y cambiar el rumbo.

El caballo del consumismo debe ser manejado con sabiduría para que lo básico no falte en ningún hogar, y lo básico no sea -como se vio en algunos casos- el plasma TV. Este es un momento para educar, para rescatar de la consciencia colectiva los valores esenciales que permiten a las civilizaciones avanzar. Si esos valores no se rescatan o "si se maneja el miedo como herramienta de control" las sociedades se fragmentan.

Hemos sido sacudidos por la madre tierra y es tiempo de cambios. Quienes sigan con la mente puesta en el pasado no serán capaces de construir el futuro. Quienes evaluando el pasado miran hacia el futuro construyendo nuevas relaciones sociales, políticas, económicas en el presente, tendrán la alegría de ver a sus descendientes compartir lo maravilloso del país, los frutos producidos por tantas manos, que sin miedos o restricciones darán sentido a sus vidas, dejando atrás las enormes frustraciones que la juventud ha tenido que sufrir al ver sus sueños destruidos por una economía que privilegia solo quienes adoran al becerro de oro.

Muchos de los valores que aprendimos y hemos vivido como miembros de una agrupación de jóvenes que quisieron cambiar la sociedad de los sesenta son aun efectivos y deben ser compartidos para que los jóvenes actuales puedan retomarlos y transformar nuestra sociedad.

No a la reconstrucción, pues ello significaría reconstruir una sociedad enferma del alma.

Si a la construcción de una sociedad distinta basada en la solidaridad, en la descentralización del poder político para evitar el centralismo que deja marginados de recursos a los que no están cerca de las cúspides, y si a la participación amplia en las tomas de decisiones en todos los niveles para que así vayamos dejando atrás la idea de que los ciudadanos somos meros consumidores.

El nuevo Chile exige de todos que nos transformemos en forjadores de nuestros propios destinos, exige que revivamos la llama solidaria que nos permitió superar los terremotos del pasado, exige que nos miremos como iguales compartiendo un territorio común en el cual el concepto de cooperar a nivel individual y social se traduzca en facilitar la equidad en el acceso a los recursos existentes para posibilitar que todos tengan acceso a vivienda, salud, educación, y empleos dignamente remunerados, todo lo cual debiese ser incorporado a la carta fundamental y ser considerados como derechos ciudadanos protegidos por la nación –que por tener tanta riqueza natural- los considere como derechos humanos. A apretar la cincha, es tiempo de cambiar de dirección.

Nelson Salinas

domingo, enero 10, 2010

la sombra de la muerte

La sombra de la muerte.


El alma se proyectaba
Con la melancolía
De los hermosos recuerdo
Que ya jamas volverían


Las piernas flaqueaban
El sol era cada día mas débil
la piel mas gruesa
No lo dejaba penetrar


Los ojos hundidos
En el pasado
Y sin ningún sueño
Que proyectar


al escucharse
No era lamento
Pero sentía tristeza verse
Respirar


Todos se habían ido
Era hora de partir
Era hora de decir adiós
A la soledad


Sabia que al partir
Se llevaría por siempre
sus recuerdo
su gloria, su mujer.


Así,
la sombra de la muerte
Proyecta al fin una esperanza
El final de los sueños .
El fin de la soledad.
 fernando martinez
 
obscuro abrazo sin fin


Sumido en un obscuro pozo,
Solo con mis recuerdos,
Sin ninguna necesidad de ver luz
Sin interés alguno en respirar
Siento el ahogo de mis penas,


En un sin fin de recuerdos.
El apresurado latir del corazón
Empuja los oídos a escuchar
Solo me llega
del otro lado de la vida,
tu mirada y una sonrisa


diciéndome
Sé hombre sobrevive.
Extraña, confusa y maldita
Repetición de tiempos.

Cuando joven fui tu eterno enamorado
Nada me contestabas nada me decias,,

Hoy . Ya Viejo.
e vuelto a enamorarme,
a sido nuevamente de ti.

Nada contestas, nada dices,
es verdad
Para el amor,
no queda nada
Solo cerrar el pozo

pozo y reencontrarnos
en un abrazo sin fin


fernando martinez






Alargo mis brazos
A la soledad.
Tentó abrazar el aire

para sentirte.
En nuestro hogar
Renaceran las flores
Solo tu
Ya lo sé,
Nunca más.
Una terrible llamada
Martillando mis sentidos
Me dijo aprende a perder.
Y así en medio de una
Terrible tarde
Casi ya Al final del todo.
se
Derrumbo el mundo sobre mi.
Partisteis a la muerte


Otro día sin ti
O vida
Será para siempre
Té extraño
solo no sé
Vivir
Capullito de algodón
Flaquita de mi vida
Aun que sea en sueños
Amor.
Ven.
fernando martinez



VEN
 
Si pudiera
olvidar el cielo el sol y las estrellas
Si perdiera los ojos para ver
Mis oídos para escuchar
Y el corazón para sentir
Seguro estaría muerto
 
pero no


Son tus ojos. Sonrientes
tus cabellos sobre mi pecho
tu respiración, dando calor a mi rostro
tu corazón, entregado a mis sueños
que siguen pegado a mí


Que me rondan me siguen
me hacen vivir, respirar y llorar


Ven
Toma mi mano
álzame al infinito
volemos a otra dimensión
encadenados por placer
A nuestro eterno amor.
Chica mía
Ven
 
.
 fernando martinez

miércoles, noviembre 18, 2009

EL HOMBRE EN EL ESPEJO.

Queridos amigos jecistas,
hoy en un tiempo libre, estoy pensando en mi vida y la vida de mis compañeros de aquel sendero que le llamamos “La Existencia” mirando hacia atrás recuerdo un hermoso poema, del cual lo he usado y distribuido a muchos de mis semejantes en mi intención de trasmitir el mensaje de conciencia y justicia, este poema tiene una historia muy significativa, pues fue escrita por un prisionero de la cárcel supuestamente un criminal que en sus años de ancianidad quiso entregar un poco de la sabiduría de su triste y desesperada vida y pasar a quienes cruzaron su camino, el escribió este poema en la cárcel desde donde aparentemente nunca salió, el poema fue distribuido entre sus compañeros prisioneros y desde ahí al público en general, sobre su identidad hay muchas especulaciones, aunque el poema es Anónimo, entre sus palabras habla de personas que el mensaje final no tiene significado para quienes no vivieron en su ambiente, yo lo he traducido al español con la mejor intención de darle justicia a sus hermosas palabras y significado.
EL HOMBRE EN EL ESPEJO.
Cuando Tú consigue lo que has deseado en tu lucha por conquistar,
Y el mundo te hace El rey por el día;
Entonces anda al espejo y mírate a ti mismo,
Y ve lo que el hombre te quiere decir.
Porque no es el padre de un hombre, la madre o esposa
Cuyo juicio sobre ellos debes pasar;
El hombre cuyo veredicto que más cuenta en la vida
Es el hombre que te mira fijamente detrás del cristal.
Él es el compañero que debes de agradar, no importa todo lo demás,
Pues a él no puedes engañar ya que estarás con él hasta el final;
Y habrás superado las más difíciles y peligrosas pruebas
Si el hombre en el espejo es Tú amigo en verdad.
Se puede engañar a todo el mundo por el camino de años,
Y recibes palmaditas en la espalda al pasar;
Pero la recompensa final será dolor y lágrimas
Si Tú has engañado al hombre detrás del cristal.
Autor Anonimo.
(Con cariño, elchicotapia)
http://www.alaunida.com/

viernes, octubre 23, 2009

Tengo los años

Tengo los años
que siento y quiero
en que el amor a veces
es una loca llamarada
ansiosa de consumirse
en el fuego de una pasión deseada
otras de solo disfrutarte con la mirada.
Tengo la edad que tengo
donde las cosas se miran
con más calma
con la sola intención
de seguir viviendo.
Tengo los años en que los sueños
se acarician con los dedos
y las ilusiones se convierten en esperanza
y todo se concreta más luego.
Tengo la edad que tengo, quiero y siento,
la edad en que puedo gritar sin miedo
a los cuatro vientos
lo que pienso
si odio o si quiero.
Como hacerlos saber
que no se sientan viejos
que mientras vivan,
siempre habrá tiempo para amar
que sin amor se puede estar muerto en vida
QUE PARA AMAR SOLO HAY QUE SABER DAR
TENGO LA EDAD QUE TENGO
LA QUE DIOS ME A DADO PARA DAR.